El veto de Dakota Johnson a Antonio Banderas y al sexo
¡Por fin! uno de los estrenos más esperados de la temporada el de ‘Cincuenta sombras más oscuras’ llegó a Madrid. La cita fue a las ocho de la tarde en los cines Kinépolis de la capital. Una veintena de medios estaban acreditados para poder ver y retratar a la pareja de moda, Dakota Johnson y Jamie Dornan, que además hicieron enloquecer a los centenares de fans que se agolparon a las puertas del citado cine.
La pareja de actores se mostraron muy cómplices en el photocall. (Gtres)
Estos mismos seguidores llevaban horas siguiéndole los pasos a la famosa pareja y ya se apostaron por la tarde a las puertas del conocido restaurante EL Landó, donde los dos actores degustaron la comida ‘Tipical Spanish’. Según ha podido saber LOOK, se pusieron las botas comiendo solomillo, merluza, huevos estrellados y no se olvidaron de probar una selección de ibéricos. Todo un manjar antes de su aparición estelar en Kinépolis donde ya sí, de forma oficial, estaban convocados todos los medios de comunicación.
Alrededor de las siete, poco antes de que la prensa se posicionara en sus sitios, Universal, que era la productora responsable de la cinta, avisó que a la hija de Melanie Griffith no se le podía hacer ninguna pregunta relacionada con el que fuera su padrastro, Antonio Banderas. Atónitos ante estas restricciones, los medios prometieron cumplir con su palabra.
Después de una hora de photocall, a las nueve menos diez de la noche los gritos de los fanáticos de la película avisaron que los protagonistas ya estaban ahí. Primero hicieron su entrada el director de la misma, James Foley, y la escritora de la saga erótica más conocida de los últimos tiempos, E. L. James. Después llegaron ellos, por fin, Anastasia Steele y Christian Grey.
Los flashes no cesaron. La pareja de actores se mostró algo cortada y cohibida para decepción de los allí presentes. Dakota y Jamie no se terminaron de ubicar entre la prensa nacional. Pasaron por alto que la promoción es parte de su trabajo, que va por contrato y que lo mínimo era mostrarse algo más entusiasmados ante el inminente estreno de su película en nuestro país.
Los actores llegaron muy puntuales a su cita en la capital. (Gtres)
Lo pactado desde hacía días es que determinados medios tendrían un Sound Bite o, lo que es lo mismo, cinco minutos mano a mano con cada uno de ellos. Finalmente no se respetó y se terminó por agrupar a algunos compañeros para hacer lo que coloquialmente se conoce como un canutazo: todos a una meten el micrófono.
La primera en atender los ruegos y preguntas de la prensa fue ella, que escogió para la ocasión un vestido de color rosa de Gucci. Todo empezó bien. La joven habló de cómo se sentía de nuevo en la piel de su personaje y agradecía las muestras de cariño que los fans españoles le habían mostrado. Hasta aquí todo muy bonito. No llevaba ni dos minutos, cuando todo se torció. El detonante fue cuando se le preguntó por el ritual que hacía para grabar las escenas de sexo. Ella mismo dijo públicamente que antes de rodarlas se tomaba un chupito de whisky y un caramelo de menta, pero cuando le recordaron sus palabras Dakota sentenció algo incómoda: «No me cuesta grabarlas».
sIn embargo, la verdadera hecatombe aún estaba por llegar. Cuando fue cuestionada por qué escenas eran las que más le costaba grabar ella respondió escuetamente “no lo sé” y sin más cogió y se marchó. Los compañeros de la prensa se indignaron y se enfadaron dejándose preguntas en el tintero. La prensa sí cumplió respetando las exigencias de Dakota, no agobiándola ni saturándola, pero ni ella ni Universal hizo lo propio con lo pactado desde hace días.
Dakota guarda un gran parecido con su hermana Stella del Carmen, hija de su madre y Antonio Banderas. (Gtres)
Sin entender el comportamiento de la actriz, tocó meter el micro a él. Alejado de su personaje, mucho más tímido y frío, Jamie confesó que su familia está siendo un pilar fundamental en toda esta vorágine, pero la historia de volvió a repetir. A la segunda pregunta, al actor le retiraron de la prensa. La indignación aumentó.
A sus 34 años, el actor ya tiene dos hijos Dulcie y Phoebe. (Gtres)
Estos jóvenes, que después de probar suerte les ha llegado el éxito con estas películas ya son tratadas y escoltadas como auténticas estrellas de Hollywood y este miércoles fue la prueba de ello. Con su actitud y su comportamiento se confirma que ambos no han sabido encajar esta fama y este éxito tan repentino. La timidez de ambos y quizá una gestión pobre por parte de la productora hicieron que la cobertura mediática del preestreno de la que es una de las películas más esperadas de nuestro país no estuviera a la altura.
Otros invitados vips
Nadie quiso perderse el estreno más esperado de la temporada. (Gtres)
Antes que ellos, por la alfombra desfilaron un sin fin de caras conocidas dispuestas a dejarse llevar por los encantos de Mr. Grey, como el modelo Juan Betancourt que desmintió hasta la saciedad mantener una relación con Rocío Crusset y también Sonia Ferrer, que dijo no querer saber nada de su ex, Álvaro Muñóz Escassi, ni de su actual mujer, Raquel Bernal. Por su parte, Dafne Fernández habló por primera vez de su boda con Mario Chavarria, que será por lo civil, mientras que Paz Padilla aprovechó su paso por la alfombra roja para asegurar que quiere prestar su mano a Belén Esteban para hacer frente a sus deudas. Quien también se dejó caer por el prestreno del film fue Pelayo Díaz que, tras una semana mediáticamente convulsa para él, volvió a pedir perdón a las actrices españolas que acudieron a los Goya y a las que llamó “petardas”, aunque sigue sin entender que no todas lucieran moda española.
La maestra de ceremonias de la premiere fue Tania Llasera. Con un vestido vaporoso, la presentadora no quiso confirmar ni desmentir un posible embarazo. Por su actitud y la forma que tuvo de encarar el tema las dudas de su posible estado de esperanza aumentaron. Otros de los confirmados al preestreno eran Emiliano Suárez y Carola Baleztena. El joyero declinó la invitación, para así no hacer frente a las preguntas del robo de muchas de las joyas de su firma en la pasada noche de los premios Goya. Su mujer si terminó por ir, pero se limitó a pasar por photocall, sin querer atender a los medios de comunicación.